Desmintamos un mito: las mandarinas no son lo mismo que las clementinas, y viceversa. Si bien es cierto que ambas son variedades de la familia de las naranjas, pero con la piel más suelta, y se parecen, y mucho, estas frutas son muy diferentes. Aunque nos cuesta diferenciarlas a simple vista, ya que en el exterior es muy similar, la mandarina es el crítico más parecido a su hermana mayor la naranja, aunque de menor tamaño, sabor más aromático y con mayor facilidad para quitarle la piel. Considerada por muchos como una golosina frutal y llamada así por ser uno de los alimentos favoritos del gobierno chino mandarín, tiene una acidez ligeramente inferior y más cantidad de azúcar. En cambio, la clementina es un híbrido entre mandarina y naranja amarga, de donde viene ese sabor agrio y a la vez dulce tan característico. Sin embargo, y a pesar de sus orígenes diferentes, la gran mayoría de la sociedad sigue confundiéndolas y llamándole mandarina a la clementina y a la clementina mandarina.
Por tanto, la clementina es un fruto cítrico híbrido, proveniente de la hibridación entre mandarina y naranja amarga, de donde proviene ese característico sabor agrio, pero a la vez dulce.
Las clementinas es la más autóctona que se puede encontrar, descubierta en la provincia de Castellón hace más de 40 años. A pesar de no ser una mandarina 100% (ya que nació de la hibridación de la mandarina y la naranja amarga) es una fruta con unas cualidades que la hacen excepcional.
Las clementinas tienen la característica muy apreciada de no tener semillas y es que, además de ser más cómodas de comer que las mandarinas comunes, también presentan un sabor mucho más dulce y complejo ya que podemos encontrar toques agrios muy sutiles. Además, suelen caracterizarse por pelarse con bastante facilidad y tener unos gajo, en número de ocho a catorce, que se separan muy fácilmente.
La historia tradicional dice que el origen de las clementinas fue una hibridación(cruce) accidental descubierta por el Padre Clément Rodier (religioso francés, trabajaba con cítricos en el huerto de un orfanato. Hizo algunos injertos entre un árbol de un cítrico que había crecido espontáneamente entre unos arbustos y una mandarina) a finales del siglo XIX en el jardín de su orfanato en Argelia.
Sin embargo, hay otros autores que opinan que se originó en China mucho antes. James Saunt comenta «Algunas autoridades creen que es virtualmente idéntica a la variedad conocida como Mandarina de Cantón extensamente cultivada en las provincias chinas de Guangxi y Cantón.
El fruto de las clementinas es un hesperidio (en botánica, un hesperidio es un tipo de baya modificada, a menudo obtenido de cítricos. Es un fruto carnoso de cubierta más o menos endurecida, denominada pericarpio, constituida por epicarpio, mesocarpio y endocarpio, y materia carnosa entre el endocarpio o pared interior del ovario y las semillas), de forma oval y tamaño pequeño, con una piel lisa y brillante de color naranja intenso.